Alfonso VI Jiménez, Rey de León y Castilla (* 1040 – Toledo, 1 de julio de 1109).
Llamado Alfonso el Bravo, fue rey de León (1065 - 1109), de Castilla y de Galicia (1072 - 1109).
Estatua de Alfonso VI en los Jardines de Sabatini de Madrid (F. Corral, 1753).
Alfonso VI en una pintura del siglo XII en la Catedral de Santiago de Compostela.
Llamado Alfonso el Bravo, fue rey de León (1065 - 1109), de Castilla y de Galicia (1072 - 1109).
Estatua de Alfonso VI en los Jardines de Sabatini de Madrid (F. Corral, 1753).
Alfonso VI en una pintura del siglo XII en la Catedral de Santiago de Compostela.
Alfonso VI Jiménez, Rey de León y Castilla (* 1040 – Toledo, 1 de julio de 1109).
ResponderEliminarLlamado Alfonso el Bravo fue rey de León (1065 - 1109), de Castilla y de Galicia (1072 - 1109).
Contenido
•1 Ascenso al trono
•2 Reinado
2.1 1ª etapa (1065 – 1072): Consolidación del trono
2.2 2ª etapa (1072 – 1086): Expansión territorial
2.3 3ª etapa (1086 – 1109): La invasión almorávide
3 Nupcias y descendencia
Ascenso al trono
Como segundo hijo del rey de Castilla, Fernando I, y de la reina de León, Sancha de León, a Alfonso no le habría correspondido heredar. Sin embargo, en 1063, Fernando I convocó una Curia Regia para dar a conocer sus disposiciones testamentarias en las cuales, siguiendo la ley navarra, decidió repartir su patrimonio entre sus hijos:
A Alfonso le correspondió el Reino de León que llevaba incorporado el título de emperador y los derechos sobre el reino taifa de Toledo.
A su hermano, el primogénito Sancho, le correspondió el Reino de Castilla y las parias sobre el reino taifa de Zaragoza .
A su hermano menor, García, le correspondió el Reino de Galicia creado a tal efecto y los derechos sobre el reino taifa de Sevilla y el reino taifa de Badajoz.
A su hermana Urraca le correspondió la ciudad de Zamora, y a su hermana Elvira la ciudad de Toro.
Reinado
1ª etapa (1065 – 1072): Consolidación del trono
Alfonso tuvo que enfrentarse desde muy pronto con los deseos expansionistas de su hermano Sancho, quien como primogénito se consideraba único heredero legítimo de todos los reinos de su padre. Los conflictos se inician cuando en 1067 fallece la reina Sancha, suceso que abrirá un periodo de siete años de guerra entre los tres hermanos y cuyo primer acto tendrá lugar el 19 de julio de 1068 cuando Alfonso y Sancho se enfrentan en Llantada en un juicio de Dios en el ambos hermanos pactan que el que resultase victorioso obtendría el reino del derrotado. Aunque Sancho vence, Alfonso no cumple con lo acordado a pesar de lo cual las relaciones entre ambos se mantienen como demuestra el hecho de que Alfonso acudiera, el 26 de mayo de 1069, a la boda de Sancho con una noble inglesa llamada Alberta y donde ambos decidieron unirse para hacerse con el reino de Galicia que le había correspondido al menor de los hijos de Fernando I.
Con la complicidad de Alfonso, su hermano Sancho entra en Galicia en 1071 y tras derrotar a su hermano García lo apresa en Santarem encarcelándolo en Burgos hasta que es exiliado a la taifa de Sevilla gobernada por Al-Mutamid. Tras eliminar a su hermano, Alfonso y Sancho se titulan reyes de Galicia y firman una tregua que se mantendra durante tres años.
La tregua se rompe con la Golpejera en 1072, donde Alfonso es hecho prisionero y encarcelado en Burgos, de donde logra fugarse refugiándose en la taifa de Toledo bajo la protección de su vasallo el rey Al-Mamún. (Otras versiones dicen que se le peló y se le obligó a tomar la casulla en el monasterio de Sahagún de donde huyó con la ayuda del abad y del conde Pedro Ansúrez).
Alfonso, desde su exilio en Toledo, logra el apoyo tanto de su hermana Urraca como de la nobleza leonesa que se hacen fuertes en la ciudad de Zamora obligando a Sancho, en 1072, a sitiar la ciudad para someterla. Durante el cerco, un noble zamorano Vellido Dolfos se presenta ante el rey como desertor y con la excusa de mostrarle los puntos débiles de las murallas, lo separa de su guardia y consigue acabar con su vida.
El asesinato de su hermano Sancho, que no dejó descendencia, permitió a Alfonso recuperar su trono y reclamar para sí Castilla y Galicia. En este momento, el romancero del Cid sitúa la jura exculpatoria de la posible participación de Alfonso en el asesinato de su hermano, que tomó El Cid en la iglesia de Santa Gadea de Burgos (Juras de Santa Gadea) y que provocarían una relación de desconfianza mutua entre ambos aunque Alfonso intentó un acercamiento al ofrecerle en matrimonio a su sobrina Jimena Díaz junto a la inmunidad de sus heredades. Estos hechos y sus consecuencias, completamente ficticios, llegarían con el tiempo a ser considerados históricos por multitud de cronistas e historiadores.
En todo caso, la muerte de Sancho y la renuencia a aceptar a Alfonso fue aprovechada por García para recuperar su propio trono, pero al año siguiente, en 1073, fue reclamado por Alfonso para una reunión, siendo apresado y encarcelado de por vida en el castillo de Luna, donde fallecería finalmente en 1090.
2ª etapa (1072 – 1086): Expansión territorial
Consolidado en el trono castellano-leonés, Alfonso VI dedica los siguientes 14 años de su reinado a engrandecer sus territorios mediante la conquista.
Su primer movimiento lo realiza en 1076 cuando al fallecer el monarca navarro Sancho Garcés IV, la nobleza navarra decide que el trono no pase a su hijo menor de edad, sino a uno de los nietos de Sancho III de Navarra: Alfonso VI o Sancho Ramírez de Aragón que invadieron el reino navarro. Tras llegar a un acuerdo, Sancho Ramírez es reconocido como rey de Navarra y Alfonso se anexiona los territorios de Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y La Bureba, adoptando en 1077 el título de Emperador.
Pero su gran expansión territorial la hará a costa de los reinos taifas musulmanes, para lo cual Alfonso siguió con la práctica de explotación económica mediante el sistema de parias consiguiendo que la mayor parte de los reinos de taifas de la España musulmana fuesen sus tributarios, práctica a la que unió la presión militar.
Sin embargo la primera acción terminará en fracaso y ha pasado a la historia como la traición de Rueda. Tuvo lugar en 1083 en el castillo de Rueda, cuando Alfonso recibe noticias de que el alcaide de dicha fortaleza, que pertenece al reino taifa de Sevilla, pretende rendirla al rey castellano-leonés. Las tropas que envía Alfonso son emboscadas al entrar en el castillo y son aniquiladas.
En 1074 había fallecido su vasallo y amigo, el rey de la taifa de Toledo Al-Mamún que fue sustituido por Al-Qádir quién, en 1084, solicitó la ayuda de Alfonso ante un levantamiento que pretendía derrocarle. Alfonso aprovechó el llamamiento de ayuda del rey taifa para sitiar Toledo ciudad que caería el 25 de mayo de 1085. Tras esta victoria, el monarca se tituló emperador de las dos religiones y como gesto ante la importante población musulmana de la ciudad se compromete, además de respetar las propiedades de estos, a reservarles la mezquita mayor para su culto. Esta decisión será sin embargo revocada por el recién nombrado arzobispo de Toledo, el cluniacense Bernardo de Sauvetat, que cuenta para ello con el apoyo de la reina Constanza de Borgoña.
La ocupación de Toledo, que permite a Alfonso VI incorporar el título de rey de Toledo a los que ya ostentaba, llevó a la toma de ciudades como Talavera y de fortalezas como el castillo de Aledo. La entonces ciudad de Mayrit es también ocupada en 1085 sin resistencia, probablemente mediante capitulación. La incorporación del territorio situado entre el Sistema Central y el río Tajo, servirá de base de operaciones para la corona castellano-leonesa desde donde emprender un mayor hostigamiento contra las taifas de Córdoba, Sevilla, Badajoz y Granada.
3er. etapa (1086 – 1109): La invasión almorávide [editar]
La presión militar y económica sobre los reinos taifas hace que los reyes de las taifas de Sevilla, Granada, Badajoz y Almería decidan pedir ayuda a los almorávides que, en 1086, comandados por el emir Yusuf ibn Tasfin cruzan el estrecho de Gibraltar y desembarcan en Algeciras .
En Sevilla, el ejercito almorávide se une a las tropas de los reinos taifas y se dirigen a tierras extremeñas donde, el 23 de octubre de 1086, se enfrentan en la batalla de Zalaca a las tropas de Alfonso VI que se había visto obligado a abandonar el sitio a que sometía a la ciudad de Zaragoza. La batalla se salda con la derrota de las tropas cristianas lo que provoca un cambio de actitud del rey Alfonso respecto a los reinos taifas al volverse mas conciliador, y la petición a los reinos cristianos de Europa de la organización de una cruzada contra los almorávides que se habían hecho con todos los territorios que Alfonso había conquistado con la excepción de Toledo.
Aunque la cruzada no llega finalmente a organizarse, si provoca la entrada en la península de un importante número de cruzados entre los que destacan Raimundo de Borgoña y Enrique de Borgoña que van a contraer matrimonio con dos hijas de Alfonso, Urraca (1090) y Teresa (1094) lo que va a provocar la entrada de la dinastía borgoñona en los reinos peninsulares.
En 1090 los almorávides realizan un segundo desembarco y tras sitiar infructuosamente Toledo se hacen en 1091 con Córdoba, Sevilla y Murcia derrotando además a las tropas cristianas en Almodóvar del Río.
En 1097 se produce un tercer desembarco almorávide, la noticia la recibe Alfonso VI cuando se dirigía a Zaragoza para prestar ayuda a su vasallo el rey Al-Musta'in II en su enfrentamiento con el recién coronado Pedro I de Aragón. El objetivo almorávide es nuevamente Toledo en cuyo camino se encuentra el castillo de Consuegra y donde, el 15 de agosto, se encontrarán con las tropas cristianas que nuevamente resultarán derrotadas en la Batalla de Consuegra lo que supondrá la confirmación del periodo de decadencia del reinado de Alfonso VI que ya se había iniciado en 1086 con la derrota de Zalaca.
En 1102, Alfonso envía tropas en auxilio de Valencia frente a la amenaza almorávide. La ciudad había sido conquistada en 1094 por El Cid y desde la muerte de este en 1099 estaba gobernada por su viuda Jimena. La batalla tuvo lugar en Cullera sin un claro vencedor aunque Valencia cayó en manos almorávides.
En 1108 desde su base valenciana, los almorávides se dirigen nuevamente contra Toledo con la intención de tomarla. Alfonso organiza un ejército para hacerle frente poniendo al mando a Álvar Fáñez ya que él se encuentra mayor y con una vieja herida que le impide montar a caballo. En una errónea decisión hace que su único descendiente varón, el infante Sancho Alfónsez participe en la expedición. Los ejércitos se enfrentan en la Batalla de Uclés donde las tropas cristianas sufrirán otra dura derrota y en la que además morirá el infante heredero al trono.
La corona terminaría por ello en manos de su hija, la infanta doña Urraca, aunque su otra hija, Teresa, se quedaría con el condado portucalense que bajo el mando de su hijo Alfonso Raimúndez se convirtió en el Reino de Portugal.
Murió en Toledo y fue enterrado en el Monasterio de Sahagún, villa ésta muy apreciada por el monarca, a la cual concedió ciertos privilegios en el denominado Fuero de Sahagún. Así mismo, fortaleció enormemente al monasterio de la orden de San Benito, alcanzándose bajo su reinado la mayor prosperidad de la villa y del monasterio, que bastantes años después llegaría a fundar incluso su propia universidad.
En el terreno cultural Alfonso VI fomentó la seguridad del Camino de Santiago e impulsó la introducción de la reforma cluniacense en los monasterios de Galicia, León y Castilla.
El monarca sustituyó la liturgia mozárabe o toledana por la romana. A este respecto cuenta la tradición popular que Alfonso tomo un breviario mozárabe y uno romano y los arrojó al fuego. Al arder sólo el breviario romano, el rey volvió a arrojar al fuego el mozárabe imponiendo así el rito romano. Es posible que esta leyenda sea el origen del refrán que afirma Allá van las leyes, do quieran los reyes.
Nupcias y descendencia
Primer Matrimonio: con Inés de Aquitania en 1069. Luego de 8 años de unión, en 1077, el rey obtiene la anulación de su boda alegando la esterilidad de Ines. Ella morirá un año más tarde, en 1078. Tras su divorcio, entabla conversaciones para un posible matrimonio con Agatha de Normandía, hija del rey Guillermo I de Inglaterra, pero su muerte prematura en 1080 frustro el proyecto.
• Segundo Matrimonio: con Constanza de Borgoña en 1081. Ella era bisnieta de Hugo Capeto, rey de Francia, y además viuda, sin hijos, del conde Hugo II de Châlon. De este matrimonio (que duró hasta su muerte en 1093) nacieron 2 hijas:
o Urraca (n. 1081 - m. 1126), la cual acabaría siendo la sucesora de su padre en el trono castellano-leones
o Elvira (n. 1082 - m. joven).
• Tercer Matrimonio: con Berta de Borgoña-Maçon en 1093. Ella morirá en 1095 sin descendencia.
• Cuarto Matrimonio: con Zaida (bautizada Isabel), viuda del gobernador de Córdoba, Al-Mamun en 1091. De este matrimonio (que dura hasta la muerte de Zaida en 1107) nacieron 3 hijos:
o Sancho (n. 1098 - m. 1108), único hijo varón y presunto heredero del rey; su prematura muerte en la batalla de Uclés aceleró el fin de su padre.
Elvira (n. 1100 - m. 8.2.1135), casada con Roger II, rey de Sicilia.
Sancha (n. 1101 - m. ?), casada con Rodrigo de Lara, conde de Liébana.
Otras teorías dicen que Zaida murió en 1093 o 1094 y que Elvira y Sancha son hijas de la reina Isabel, que tenía el mismo nombre que ella. Hay debate al respecto entre los historiadores. Según estas teorías, el matrimonio con la reina Isabel duró de 1100 a 1107 y Sancho debió nacer en el segundo semestre de 1093 o en el primero de 1094.
Quinto Matrimonio: con Beatriz (su origen es dudoso, posible miembro de la casa de Este o de la casa ducal de Aquitania). Este enlace, celebrado en 1108, durará solo un año, hasta la muerte del rey. Muerto el rey, la reina regresó a su país.
Relaciones extra-matrimoniales. Alfonso VI tuvo varias relaciones extra-matrimoniales, siendo la más notoria la que mantuvo con Jimena Muñoz (o Nuñez de Guzmán según algunos historiadores), la cual le dio 2 hijas:
Teresa de León (n. 1070 - m. 1132), condesa de Portugal como parte de su dote nupcial, casada con Enrique de Borgoña; el hijo de ambos, Alfonso I Enríquez, será el primer rey de Portugal.
Elvira (n. 1071 - m. 1151), casada con Raimundo IV, conde de Tolosa.
Alfonso VI, el conquistador de Toledo, el gran monarca europeizador, ve, en los últimos años de su reinado, cómo la gran obra política realizada se resquebraja ante el empuje almorávide y las debilidades internas. Alfonso VI había asumido plenamente la idea imperial leonesa y su apertura a la influencia europea le había hecho conocer las prácticas políticas feudales, que en la Francia de su tiempo, alcanzaban su expresión más acabada. En la conjunción de estos dos elementos, ve Claudio Sánchez-Albornoz la explicación de la concesión iure hereditario -anómala en la tradición histórica castellanoleonesa- de los gobiernos de los condados de Galicia y Portugal a sus dos yernos borgoñones, Raimundo, primer marido de Urraca, y Enrique, casado con Teresa. De esa decisión, arrancó, a la vuelta de unos años, la independencia portuguesa y la perspectiva de una Galicia independiente bajo Alfonso Raimúndez, que luego no se hizo realidad al convertirse éste en Alfonso VII de Castilla y León.
Bibliografía
El reino de León y Castilla bajo el rey Alfonso VI (1065-1109), Toledo, 1989
Predecesor:
Fernando I, Rey de León
1065 - 1072
Sucesor:Sancho II
Predecesor: Sancho II, Rey de León, Castilla y Galicia
1072 - 1109
Sucesor: Urraca I
Fuente: Wikipedia